Una vez al año, desde enero hasta marzo, miles de ballenas jorobadas del Atlántico del Norte se refugian en las tranquilas aguas de la Bahía de Samaná para cumplir con su ritual anual de procreación y cría de bebés.
La Bahía de Samaná es uno de los mejores lugares del mundo para avistar ballenas. Los visitantes disfrutan observando acrobacias de machos ostentadores, bailes románticos de parejas encontradas y el tierno juego de las madres con sus ballenatos.
Herman Melville llamó a las ballenas jorobadas “las más alegres y juguetonas de todas las ballenas”, lo cual queda demostrado cada año cuando esos impresionantes mamíferos marinos se deleitan en exhibir sus grandes capacidades: arqueamiento, aleteo pectoral, coletazo, proyección de aleta caudal, salto, exposición de aletas, levantamiento de cabeza y otras técnicas sobre las cuales le hablarán en detalle su guía de excursión y el capitán del barco.
Las aguas de la Bahía de Samaná son uno de los lugares de mayor importancia en el mundo para la procreación de ballenas jorobadas. Y como dicen aquí: ¡todas las ballenas jorobadas del Atlántico del Norte son dominicanas!